Propiedades termofísicas y gestión térmica de los vehículos eléctricos

Influencia de las diferentes propiedades del transporte térmico en la eficiencia de un vehículo eléctrico alimentado a batería.

Introducción

Ya es sabido que la demanda mundial de vehículos eléctricos está aumentando continuamente. Sin embargo, aún existen algunos obstáculos importantes que debe superar la industria antes de adquirir popularidad entre los consumidores. Algunos de los obstáculos incluyen la ampliación del rango de conducción, la extensión de la vida útil de la batería y el aumento del confort y la seguridad del pasajero. Los vehículos eléctricos son una alternativa más sostenible y ecológica que los vehículos con motor de combustión, pero es poco probable que los reemplacen en el mercado global sin antes abordar estos problemas básicos. Una forma de abordar dichos desafíos que deben enfrentar los fabricantes es el diseño del sistema de gestión térmica, a través de la medición y la comprensión de la conductividad térmica, la efusividad térmica (efusión térmica) y las propiedades asociadas. Dicho sistema abarca varios componentes distintos del vehículo y tiene un impacto importante en la eficiencia y el funcionamiento general de la batería eléctrica. Si bien la gestión térmica ya es una consideración clave del diseño de muchos vehículos eléctricos, no existe un consenso sobre la mejor forma de diseñar el sistema para obtener un rendimiento óptimo. Los fabricantes expresan varias opiniones opuestas sobre la mejor forma de construir y diseñar un vehículo eléctrico. Debido a este disenso, se observan muy pocas similitudes entre los grandes actores de la industria de los autos eléctricos con respecto al diseño de elementos tales como la calefacción-refrigeración del habitáculo, las celdas de batería, los módulos, la fabricación de los paquetes y el tipo de motor eléctrico. Un fabricante utiliza celdas cilíndricas en sus paquetes con un circuito interconectado de refrigerante a base de agua con glicol. Por otro lado, otro fabricante utiliza celdas prismáticas y algunos otros aún emplean la refrigeración básica con aire. Cada uno de estos diseños del sistema presenta ventajas y desventajas; sin embargo, a medida que avancen las investigaciones para mejorar el diseño y la mecánica térmica de los vehículos eléctricos, varios fabricantes deberán modificar su diseño térmico para seguir siendo competitivos en el creciente mercado de consumo.

Carga de un vehículo eléctrico
Figura 1: Carga de un vehículo eléctrico.

Sistema de gestión térmica: Módulo de la batería

Para lograr un funcionamiento eficaz y eficiente de un vehículo eléctrico, la temperatura del módulo de la batería debe permanecer dentro de un rango de control riguroso, normalmente entre -30 °C y -60 °C. Se pueden medir los efectos de estas condiciones ambientales en la conductividad térmica y la efusividad térmica. Si se almacena la batería fuera de este rango, experimentará dificultades en la carga o descarga, y podría sufrir un daño permanente. Al exponer una batería a temperaturas superiores al rango operativo ideal, la vida útil general disminuirá significativamente y podría causar un daño irreversible. Las temperaturas inferiores a este rango, en particular menores a 0 °C, pueden provocar un descenso de la capacidad de tensión y carga de la batería. En ambos escenarios, se reducen significativamente el rendimiento y la vida útil de la batería, lo que redunda en costos más elevados para el consumidor y una menor fidelidad del vehículo. Debido a la sensibilidad extrema de la batería, es esencial almacenar los módulos dentro del rango de temperatura definido. Para hacerlo, es necesario contar con un sistema de gestión térmica efectivo.

Al comprender las propiedades termofísicas de los materiales, un sistema de gestión térmica bien definido mantendrá las baterías dentro de un rango de temperatura definido cuando el vehículo esté expuesto a condiciones más cálidas y más frías. La mayoría de las baterías de los vehículos eléctricos genera una cantidad significativa de calor durante la carga y la descarga, que se debe disipar con un sistema de refrigeración de suficiente capacidad. Es posible que se necesite calefacción cuando el vehículo funcione en climas más fríos. Idealmente, el sistema de gestión térmica debería mantener una temperatura uniforme en todas las celdas de batería en todo el paquete de batería, independientemente de la temperatura del aire circundante. De existir una diferencia de temperatura entre estas celdas, las condiciones generales y la capacidad de carga de la batería se verían afectadas significativamente.

Paquete de batería estándar para vehículo eléctrico
Figura 2: Paquete de batería estándar para vehículo eléctrico.

Elementos del diseño térmico

Existen múltiples métodos de calefacción y refrigeración que se pueden emplear en un vehículo eléctrico para promover un sistema de gestión térmica estable. Las principales automotrices utilizarán una combinación de técnicas diferentes para aumentar la eficiencia del diseño de sus vehículos eléctricos. Podemos clasificar dos de las técnicas más comunes de refrigeración como métodos pasivos o activos. Existen numerosos estudios que comparan las diferencias entre estos dos métodos de calefacción y refrigeración. Estos concluyeron que se requieren tanto las técnicas activas como las pasivas para que un vehículo eléctrico funcione en un amplio rango de temperatura. La mayoría de los primeros modelos de vehículos eléctricos utilizaban aire para la calefacción y la refrigeración del paquete de la batería; sin embargo, en los últimos estudios se demostró que este método convencional de disipación de calor es insuficiente, en particular para los módulos de baterías más grandes. Un calentador eléctrico puede ser una alternativa para calefaccionar baterías, en especial en ambientes con temperaturas más bajas. El uso de un líquido refrigerante, como el fluido dieléctrico de los transformadores, también supera al aire para calefaccionar y refrigerar una batería. Un sistema refrigerador dedicado puede resultar extremadamente útil para mantener el líquido refrigerante a una temperatura ideal al conducir. La desventaja de incorporar equipos grandes, como un sistema de refrigeración o un evaporador, en el diseño de un vehículo eléctrico es que pueden ser extremadamente abultados, complejos y costosos. Idealmente, un sistema de gestión térmica debería ser liviano, fácil de embalar, confiable y efectivo en cuanto al costo.

Calefacción y refrigeración de la cabina

Mantener una temperatura agradable y uniforme en la cabina también puede contribuir al funcionamiento más fluido y eficiente del vehículo eléctrico. Los vehículos a gasolina reutilizan el calor del escape del motor para producir el aire caliente que se emplea para calefaccionar la cabina. Un vehículo eléctrico no cuenta con esta fuente de calor, por lo que utilizará la energía general de la batería para regular la temperatura de la cabina. Los aires acondicionados convencionales emplean un calentador eléctrico como fuente de energía. Este tipo de calefacción aumentará en gran medida el consumo de energía y agotará la batería del automóvil, por lo que no resultará en una opción deseable para usar en un vehículo eléctrico debido a la significativa reducción en su autonomía. La bomba de calor es una alternativa al aire acondicionado convencional. Este sistema se utiliza frecuentemente para calefaccionar y refrigerar la cabina de un vehículo eléctrico y tiene un impacto mínimo en su autonomía. Una bomba de calor puede regular la temperatura en el interior de la cabina del automóvil, utilizando la diferencia de temperatura entre un refrigerante y el aire externo. Esto brinda un efecto de calefacción sin consumir demasiada energía. El condensador externo, uno de los principales componentes de la bomba de calor, absorbe el calor de la atmósfera y lo comprime para crear aire forzado a alta temperatura. Luego, el aire frío en la cabina se calienta a medida que ingresa el aire caliente comprimido desde las rejillas del aire acondicionado. Una vez que se descomprime el calor a una temperatura menor, se libera hacia el exterior del auto. Durante el verano, se absorbe el calor desde el interior de la cabina y se libera al exterior a través del condensador externo. Estos sistemas bidireccionales de calefacción y refrigeración hacen que la bomba de calor se destaque frente a otros métodos convencionales que solo utilizan aire.

Materiales utilizados en la cabina

Un componente adicional de los vehículos eléctricos que puede tener un rol crítico para mantener la eficiencia de un sistema de gestión térmica interior se relaciona con la efusividad térmica (efusión térmica) de los materiales utilizados en el interior de los mismos. La efusividad térmica describe la sensación de frío o calor al tocar un material, lo que explica la razón por la cual el metal se siente más frío al tacto que la madera, aun cuando estos dos materiales diferentes estén expuestos a la misma temperatura circundante. La transferencia de calor que se produce desde la piel hasta el metal ocurre más rápido que la transferencia de calor entre la piel y la madera. La efusividad térmica es igual a la raíz cuadrada del producto de la conductividad térmica y la capacidad térmica de un material. Un material con alta conductividad térmica también tiene una elevada efusividad térmica. Por ejemplo, la conductividad térmica de la plata es 406 W/(m/K) y presenta una efusividad térmica de 32 520 W√s/m²K. La relación entre estas dos propiedades térmicas es evidente al comparar estos valores con los de la madera. La madera posee una conductividad térmica promedio de 0,194 W/(/K) y una efusividad térmica de 526 W√s/m²K. Los interiores del vehículo, como la espuma o los polímeros, exhiben propiedades térmicas similares a la madera. Con frecuencia, se los elige durante el diseño del vehículo debido a su capacidad de ahorro de energía por tener baja conductividad térmica y efusividad térmica. Esta medición se puede utilizar para diseñar materiales que transmitan sensación de calidez a cualquier temperatura de cabina, lo que reduciría el nivel de calefacción necesario de la superficie activa o de toda la cabina para generar la misma sensación y, a su vez, reduciría el consumo de energía. La efusividad térmica se puede utilizar también para lograr una sensación de frescura en los elementos del interior, utilizando materiales sintéticos para lograr el equivalente auténtico.

Interior moderno de vehículo eléctrico
Figura 3: Interior moderno de vehículo eléctrico.

Conclusión

La medición de las propiedades termofísicas de los materiales puede utilizarse en el diseño y la ingeniería a fin de crear un sistema de gestión térmica más eficiente. La efusividad térmica es un buen ejemplo, dado que puede emplearse para medir y escoger un material con baja efusividad térmica, lo que disminuye la cantidad de calor que se absorbe y recircula dentro de la cabina. Estos materiales resultan ideales para el tapizado de las butacas o el revestimiento del tablero dado que alivian significativamente la carga sobre el aire acondicionado y reducen el consumo de energía. Una cabina térmicamente optimizada minimizará la carga de calor en el interior del vehículo, lo que disminuirá las emisiones, el consumo de combustible y la incomodidad térmica. El diseño de un vehículo eléctrico debería considerar todas las propiedades termofísicas para facilitar un sistema de gestión térmica efectivo. El entendimiento de estas propiedades, además de la gestión térmica activa y pasiva, pueden lograr un gran impacto en la vida útil del módulo de la batería del vehículo que, a su vez, puede tener un efecto sobre el funcionamiento de todo el vehículo. Muchos fabricantes líderes en la industria intentan continuamente diseñar un sistema de gestión térmica más eficiente, experimentando con diferentes técnicas térmicas. Las nuevas tecnologías han facilitado que estos sistemas se vuelvan más refinados, lo que genera un aumento en la demanda del consumidor. Los vehículos eléctricos son una alternativa práctica y efectiva a los motores de combustión convencionales, que actualmente son dañinos para el medioambiente debido a sus emisiones tóxicas. Con la asistencia de sistemas de gestión térmica eficientes, la popularidad de los vehículos eléctricos seguirá en aumento, como así también lo harán su confort, vida útil y seguridad.

Autora: Kallista Wilson | Escritora técnica junior | Thermtest

Referencias

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Fotos

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