Intercambiadores de calor y fluidos térmicos en la industria procesadora de alimentos

Los mecanismos térmicos que accionan un intercambiador de calor y la importancia de seleccionar el fluido de transferencia térmica adecuado.

Introducción

El uso de intercambiadores de calor en toda la industria alimentaria ha revolucionado y mejorado una serie de métodos relativos al procesamiento de los alimentos. Sin ellos, los productos lácteos se echarían a perder casi de forma instantánea y la fecha de vencimiento de las salsas para pastas se acortaría a solo unas pocas semanas. Estos son solo algunos ejemplos del modo en que los intercambiadores de calor pueden mejorar distintos elementos en la producción de los alimentos. Los intercambiadores de calor se utilizan para realizar una serie de acciones, entre ellas, la pasteurización, la esterilización, el procesamiento a ultra alta temperatura (UAT) y otras necesidades para el procesamiento alimentario. Con frecuencia, se los emplea para reducir o eliminar los microorganismos y obtener así un producto alimentario aséptico que garantice su seguridad para el consumo y la extensión de su vida útil. Diversos estudios han demostrado que los intercambiadores de calor también pueden reducir la demanda de energía que se utiliza para el procesamiento y, según la aplicación empleada, pueden recuperar hasta el 50 % del calor desperdiciado. Comúnmente se los emplea para calentar o enfriar productos alimentarios líquidos previo a su llenado, secado, concentrado o embalaje. Existen decenas de distintas clases de intercambiadores de calor diseñados de forma única para satisfacer las necesidades específicas de los usuarios.

Intercambiador de calor serie HSR R
Figura 1: Intercambiador de calor serie HSR R que puede operar en reversa al finalizar un lote para recolectar restos valiosos de productos.
Fuente: https://www.flowcontrolnetwork.com/industry-applications/food-beverage/article/15564211/heat-exchanger-equipment-for-food-processing

Intercambiadores de calor

El intercambiador de calor es un dispositivo diseñado para transferir calor entre dos o más fluidos (líquidos, vapores o gases). Según el tipo de intercambiador que se utilice, dicha transferencia puede ser de gas a gas, de líquido a gas o de líquido a líquido. Cuando la transferencia térmica se produce entre dos líquidos, se emplea un separador sólido para evitar la mezcla de los fluidos. Otras características en el diseño que podrían afectar la funcionalidad de un intercambiador de calor son la estructura, los materiales y componentes, el mecanismo de transferencia térmica y las configuraciones del flujo. En general, estos dispositivos de regulación térmica se utilizan en diversas industrias, entre ellas la gestión de aguas residuales, la refrigeración, la refinación de petróleo y la energía nuclear. Los intercambiadores de calor que emplean una transferencia de energía de fluido a fluido también deben cumplir con regulaciones estrictas establecidas por la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) de los Estados Unidos y la NSF International, en relación con el tipo de fluido térmico utilizado para garantizar que no exista riesgo de contaminación o daño hacia el consumidor. En esencia, los intercambiadores de calor se diseñan de acuerdo con los principios generales de termodinámica, pero se pueden personalizar y especializar según las necesidades y funciones de los distintos usuarios.

Conducción

Los procesos térmicos empleados por los intercambiadores de calor en la industria alimentaria pueden dividirse en dos mecanismos principales de transferencia térmica denominados conducción y convección. La conducción es el movimiento de calor entre los materiales que están en contacto directo entre sí. Dicho movimiento se cuantifica observando una variación en la temperatura de los dos materiales. La temperatura es una medida del promedio de energía cinética que tienen las moléculas que conforman un material específico. Cuanto mayor sea el calor del material, mayor será su movimiento molecular (energía cinética), por lo que presentará una temperatura más elevada. Cuando un objeto más caliente entra en contacto con otro más frío, se produce una transferencia de energía térmica entre ambos materiales. El objeto más frío recibirá más energía y sus moléculas comenzarán a moverse más rápido. Mientras tanto, el material más caliente comenzará a disminuir su temperatura debido a la pérdida de energía. Esta transferencia térmica entre ambos materiales continuará hasta alcanzar un equilibrio térmico. La conducción en un intercambiador de calor se produce al utilizar un fluido de transferencia térmica para regular y equilibrar la temperatura de un producto alimentario líquido. En general, los fluidos de regulación térmica, como el agua o el aceite, poseen una baja conductividad térmica, que limita su capacidad de transferencia de calor. Recientemente, se han incorporado tecnologías de nanopartículas para la conducción térmica de fluidos de transferencia de calor de modo de aumentar su conductividad térmica y favorecer una transferencia térmica más eficiente. En caso de que el producto alimentario requiera mayor temperatura, el fluido térmico podrá calentarse fácilmente hasta lograr una temperatura más elevada para que ambos fluidos alcancen un equilibrio.

Convección

La convección es el segundo método de transferencia térmica que emplea un intercambiador de calor para regular la temperatura de un material. La convección define la transferencia de energía térmica mediante el movimiento de un fluido (líquido o gas) que se produce en áreas de diferentes temperaturas. La mayoría de los fluidos se expanden al calentarse, pierden densidad y comienzan a ascender. Cuando los fluidos se enfrían, aumentan su densidad y comienzan a descender. Por ejemplo, cuando se calienta el aire de un ambiente, éste asciende al cielorraso y obliga al aire más frío y denso a descender. Luego, el aire frío se calienta, comienza a ascender y reemplaza al aire ahora más frío y denso que se encuentra en el cielorraso. La dinámica generada por dicho proceso se denomina corriente de convección natural. La convección también puede ser forzada o asistida. Este método de convección se utiliza al bombear agua caliente a través de un conducto, como un sistema de calefacción hidrónica.

Diagrama de transferencia térmica por conducción y convección
Figura 2: Diagrama de transferencia térmica por conducción y convección.

La conducción y la convección describen la mecánica básica de todo intercambiador de calor; sin embargo, es esencial considerar algunos factores adicionales al seleccionar el intercambiador de calor que se empleará en el procesamiento de los alimentos. También es importante pensar qué tipo de proceso realiza el intercambiador de calor (pasteurización, esterilización o deshidratación), la viscosidad del alimento o la bebida procesada y si el alimento (líquido) contiene partículas o partes pequeñas. Además es fundamental elegir un fluido de transferencia térmica seguro y efectivo, preferentemente, uno que sea considerado “inocuo para los alimentos” bajo las normas de la FDA y/o la NSF International. Existen muchos fluidos que cumplen con las directrices tanto de la FDA como de la NSF. Algunos fluidos específicos se clasifican como inocuos para el “contacto alimentario fortuito”, como la salmuera, el formiato de potasio (KF), la polialfaolefina (PAO) y los aceites blancos parafínicos altamente refinados e hidrogenados. Tanto las polialfaolefinas como los aceites blancos son fluidos de transferencia térmica que a menudo se denominan “aceites calientes”. Al seleccionar un fluido, es importante considerar los requisitos para su aplicación y el grado específico de temperatura de los fluidos térmicos. Dichos fluidos se clasifican como fluidos de “grado alimenticio” H1 o HT1 y no presentan un riesgo para los consumidores si quedaran expuestos al producto alimentario por error. La mayoría de los fluidos de grado alimenticio no son tóxicos ni peligrosos, además son inodoros, lo que significa que no requieren de un manejo especial ni se los considera una sustancia controlada, según la OSHA (Administración de Seguridad y Salud Ocupacional) de los EE. UU., el WHMIS (sistema de información sobre materiales peligrosos en el lugar de trabajo) de Canadá u otras normativas concernientes al lugar de trabajo.

Línea de producción de bebidas enlatadas sometidas
Figura 3: Línea de producción de bebidas enlatadas sometidas a regulación térmica a través de un intercambiador de calor.

Además, constituye una buena práctica para las empresas de producción alimentaria utilizar un fluido HT1 para el intercambiador de calor, a fin de reducir al mínimo la posibilidad de que el producto resulte nocivo para el consumidor. Por ejemplo, una línea de embalaje utiliza un fluido de transferencia térmica no H1 para calentar el adhesivo que se emplea en el sellado del embalaje congelado. Si llegara a haber un derrame en el intercambiador de calor, podría pasar inadvertido por un largo período y, potencialmente, contaminar todos los productos alimentarios embalados en dicha línea. Ningún seguro que haya pagado la empresa por el fluido de “contacto alimentario fortuito” sería suficiente comparado con el costo de reemplazar cientos de miles de unidades de paquetes contaminados. Las empresas procesadoras de alimentos enfrentan un desafío al utilizar fluidos HT1 cuando los requisitos de temperatura de la aplicación superan los 600 ºF (316 ºC). Estos fluidos no poseen una estabilidad térmica lo suficientemente alta como para lidiar con temperaturas extremas y, en ese caso, se deberían reemplazar por fluidos aromáticos/sintéticos u otros aptos para temperaturas elevadas.

El uso generalizado de intercambiadores de calor en la industria del procesamiento de los alimentos ha permitido que las empresas de manufactura elaboraran productos alimentarios que se puedan embalar, despachar y almacenar de forma segura y protegida. También han contribuido al ahorro de recursos, energía y dinero por parte de dichas empresas. Al momento de diseñar un intercambiador de calor que regule la temperatura de otro fluido de forma eficaz, se tienen en cuenta diversos factores. Uno de los factores más importantes que contribuye al éxito general de un intercambiador de calor es el tipo de fluido térmico que se empleará como regulador. Resulta de suma importancia utilizar un fluido de grado alimenticio HT1, considerado inocuo para el contacto alimentario fortuito, según las normativas federales y mundiales. Estos fluidos de grado alimenticio accionan los procesos térmicos de conducción y convección que activan el intercambiador de calor y además garantizan la seguridad para el consumidor.

Autora: Kallista Wilson | Escritora técnica junior | Thermtest

Referencias

(n.d.). Extraído de https://www.flowcontrolnetwork.com/industry-applications/food-beverage/article/15564211/heat-exchanger-equipment-for-food-processing

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Garver, K. (26 de septiembre, 2016). The Latest in Heat Exchangers for Food Processing. (Lo último en intercambiadores de calor para el procesamiento de los alimentos). Extraído de https://www.myprocessexpo.com/blog/industry-perspectives/the-latest-in-heat-exchangers-for-food-processing/

Webfoot. (10 de septiembre, 2018). Specifying Heat Transfer Fluid For Food Processing Applications. (Especificación del fluido de transferencia térmica para las aplicaciones en procesamiento de los alimentos). Extraído de https://www.radcoind.com/specifying-heat-transfer-fluid-for-food-processing-applications/